Que el Atlántico siga siendo un remanso de paz
- Daniela Falcon
- 6 abr
- 2 Min. de lectura
En estos días escuchamos la reciente propuesta de dejar las armas y comenzar diálogos con el Gobierno Nacional, planteada por estructuras criminales que se enfrentan en varios territorios de Colombia, entre ellos el Atlántico. Una propuesta que, sin duda, ha generado diversas reacciones. El objetivo de estos grupos, según ellos, es deponer las armas y buscar una verdadera paz que se ha ido perdiendo en nuestro territorio.
Siempre he creído que el diálogo es la mejor manera de mediar en los conflictos. Por eso pienso que, si se trata de un diálogo serio, efectivo, claro y preciso, donde ambas partes entiendan sus obligaciones y las pongan realmente en práctica, esto podría mejorar enormemente la tranquilidad de nuestra gente.
Estoy seguro de que, si este proceso se lleva con responsabilidad, se lograría disminuir las extorsiones, los homicidios y todos esos delitos que tanto afectan a nuestra gente del Atlántico y que se han venido incrementando. Se abre una posibilidad que puede ser muy buena, pero es fundamental dejarles claro a quienes hoy portan armas que también tienen responsabilidades. Esto no puede ser un juego donde simplemente se firme un documento y al final no se llegue a una paz verdadera y duradera.
El Atlántico siempre ha sido un departamento próspero, donde ha reinado la tranquilidad, donde lo que media es la alegría, la cultura, nuestras costumbres, el sabor de nuestros municipios. Por eso, queremos que si estos diálogos se dan, realmente sean fructíferos y traigan de regreso esa calma que tanto anhelamos.
Es importante que cada ciudadano del departamento también encuentre la manera de manifestar su voz, de hacer sentir su deseo de paz, para que estos grupos al margen de la ley entiendan que los compromisos adquiridos deben ser serios, con resultados reales. Nuestros comerciantes, transportadores, tenderos, todo el comercio en general, son quienes más han sufrido con las extorsiones, atracos, amenazas y asesinatos por no pagar una “vacuna”. Muchos negocios que eran prósperos hoy están cerrando, y eso no lo podemos permitir.
Todo lo que se haga en bienestar de nuestra gente lo aplaudo. Si estos diálogos son honestos y van a generar esa paz y esa tranquilidad que tanto necesita el Atlántico, entonces, bienvenidos sean.
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